Embajadora de Cuba asiste a conferencia 18 años de la Agresión de la OTAN a Serbia
Belgrado, 23 mar (PL) En ocasión del 18 aniversario de los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia varias organizaciones en Serbia convocaron desde hoy a una serie de actos bajo la consigna de ”Para que no se olvide!”.
Las jornadas, a cargo del Club de Generales y Almirantes del Ejército de serbia, el Foro Belgradense para un Mundo de Iguales, la Asociación de Combatientes en la Guerra de Liberación Nacional y la Sociedad de Anfitriones Serbios se iniciaron con la conferencia 18 años de la agresión de la OTAN: dónde estamos hoy.
Expertos del país e invitados extranjeros abordaron los acontecimientos iniciados el 24 de marzo de 1999 cuando todo el poderío aéreo de la OTAN se lanzó sobre la entonces República Federal de Yugoslavia con demoledores bombardeos durante 78 días.
Zivadin Jovanovic, exministro de Asuntos Exteriores en aquellos momentos, pidió un minuto de silencio para honrar la memoria de las tres mil víctimas civiles y mil militares y policías durante los ataques.
Recordó los acontecimientos de los días previos y la manipulación mediática por Estados Unidos y sus aliados, cuando se hablaba de las conversaciones de Rambouillet que nunca se celebraron y los acuerdos presentados a la ONU y el mundo que Yugoslavia no suscribió.
Añadió que eso, junto con la falsa difusión de una masacre serbia contra albanokosovares en Racak, nunca probada porque en realidad se trató de un ataque terrorista repelido, y la proclamación por el entonces presidente William Clinton de la liquidación de 100 mil albaneses sirvió como pretexto para los bombardeos.
La doctora en Ciencias Históricas de la Academia Rusa de Ciencias Yelena Guskova presentó una ponencia con abundantes fuentes occidentales en las cuales se constata que los fines de la operación nada tenían que ver con razones humanitarias para proteger a los albanokosovares.
Hay documentación suficiente, dijo, para constatar que el objetivo era derrocar al gobierno, cambiar el sistema político, destruir el ejército, parcelar el país y hacer de Kosovo y Metohija un Estado independiente, unido al despliegue de tropas allí y en todo el territorio de Yugoslavia.
Tras citar al entonces jefe de la OTAN, general Wesley Clark, y la secretaria de Estado, Madeleine Albright, demostró Guskova que esperaban realizar sus propósitos en dos días, pero la inteligencia y capacidad de mando del ejército yugoslavo los frustró y así lo reconocieron después.
A los asistentes al foro se dirigió el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Serbia, Irinej, quien calificó de crimen aquellos actos, pues además de las vidas segadas, los miles de heridos, la destrucción de la infraestructura y lo que calificó de genocidio ecológico, se suma el daño en el plano moral.
A la conferencia asistieron numerosos académicos y miembros del cuerpo diplomático, entre ellos la embajadora de Cuba, Mayra Ruiz, y funcionarios de Venezuela y Rusia.